Las secuelas de un secuestro
2/02/2022
Aunque no soy Íngrid Betancourt ni Clara Rojas, si entiendo su sensibilidad y su afán por ser reconocidas como víctimas, por que sean reconocidos los crímenes de las FARC, que no se minimice el daño que causaron, pues yo, como ellas, siento en mi ser el dolor de haber sido violentada, martirizada, no a través de un secuestro propiamente dicho pero sí de un aislamiento y una alienación tenaces, que buscaban hacer de mí una esclava y un objeto.
En realidad, lo que yo viví durante esos años de «secuestro» me han dejado secuelas graves. No se pueden comparar porque son diferentes pero son, por supuesto, otra forma de violencia.
Es sentir que como mujer sólo vales por tu útero, por tus manos para servir a otros, y que, así como has venido puedes ser desechada cuando ya no sirves.
Para qué me voy…
View original post 899 more words