“Nunca más seremos lo que fuimos.
Estaremos siempre a la deriva.”
El olvido llega cuando uno olvida de dónde vino. Y uno olvida de dónde vino porque los recuerdos se le atraviesan por la calle como una telaraña, insistentes en la idea de que la casa de uno es mejor, que la calidez es mejor, que el pasado es mejor. Telarañas intempestivas que, al cabo de un tiempo, uno quiere apartar para poder ver y dejarse de tanta nostalgia, peso inútil, que aplasta el presente.
Y a uno se le olvida.
Se le olvida que hasta en Cali hay buenas bandas, intelectuales, amigos de verdad, gente aunténtica, en la calle, talento.
Uno quiere olvidar y se le olvida. Aquella tarde en que todo lucía resplandeciente de tantos colores al compás de las risas. A uno se le olvida que la gente lo quiere como uno es, y que uno la quería como era. Como es. Porque ellos, no han cambiado. Uno…
View original post 192 more words