Los votos por Gustavo Petro en un municipio como Cáceres, en el Bajo Cauca, departamento de Antioquia, tienen un valor adicional al ejercicio de la democracia: fueron votos contra el miedo, son votos llenos de esperanza.
Una defensora de derechos humanos, que había trabajado en la Personería de Caceres, decidió ponerse al frente de la campaña de Colombia Humana en Cáceres, convocó dirigentes campesinos sobrevivientes de tantas masacres y los convenció de volver a trabajar por una causa común, llamó a los jóvenes, invitó a las mujeres, se reunió con las comunidades afrocolombianas, sembró alegrías.
Una mujer asumió el liderazgo, explicó el programa de gobierno, buscó una sede para que se reunieran al lado del río Cauca las ciudadanías libres de Cáceres, coordinó la inscripción de testigos electorales y ayudó a conseguir los 1.657 votos que obtuvo Petro en las elecciones de primera vuelta (30.7%) y los 2.461 que alcanzó…
View original post 390 more words